“El dogma central de Crick, enunciado en 1958 y la piedra angular de la Biología Molecular desde entonces, es probable que resulte ser una considerable sobre simplificación.” Frase sacada de un artículo anónimo llamado “El Dogma Central Revertido”, el cual resume perfectamente la errónea percepción generalizada sobre el Dogma Central, el cual en esta ocasión trataré de defender.
Dr. Francis Crick (1916-2004), premio Nobel a la Medicina y Fisiología en 1962 junto con James Watson y Frederick Wilkins por su descubrimiento de la estructura del DNA. Francis Crick propuso el Dogma Central de la Biología Molecular.
Bueno, antes de comenzar, creo que para comprender este tema hay algunos aspectos muy básicos de la Biología Molecular que tienen que quedar entendidos, que si bien, ya los repasamos en una entrada anterior, no está de más mencionarlos brevemente:
1) El DNA guarda la información genética. Es un ácido nucléico y está conformado por secuencias de nucleótidos, que dependiendo de cómo se ordenen significan algo. Guardan la información (genes) que determina las secuencias de proteínas. Los nucleótidos son Adenina (A), Guanina (G), Citosina (C) y Timina (T). Cuando una célula da origen a otra, el mismo DNA pasa su información a otra cadena de DNA (Duplicación o Replicación).
2) Las proteínas son moléculas complejas que cumplen una gran cantidad de funciones. Están formadas por secuencias de moléculas más pequeñas llamadas aminoácidos. Son 20 diferentes.
3) El RNA también es un ácido nucléico, y su función en las células casi siempre es ser intermediario en el flujo de información de DNA a proteínas, es decir, copia la secuencia de los genes del DNA (Transcripción) y la traduce a una secuencia de aminoácidos (Traducción). Está formado por los mismos nucleótidos que el DNA excepto que en lugar de Timina tiene Uracilo (U).
4) Cada secuencia de tres nucleótidos en los genes significa un aminoácido, por ejemplo, AUG significa Metionina (hablaré de esto en mi próxima entrada).
Listo, ahora sí comencemos.
Hace poco salió en las noticias que el LHC había descubierto neutrinos que supuestamente viajan más rápido que la luz y que esto destruiría la teoría de la relatividad de Einstein. Lo más probable es que esto no sea verdad, que se trate de errores en las mediciones o algo más interesante como el descubrimiento de nuevas dimensiones. Aunque este no es el tema de mi entrada, me hizo reflexionar mucho sobre el gran daño y confusión que una mala y precipitada divulgación de parte de los medios de comunicación pueden causar sobre la opinión general respecto a los temas científicos. Fue unas pocas semanas después que me di cuenta que el reciente caso del daño causado a la opinión colectiva respecto a la relatividad no es uno aislado, sino que hay uno en particular que durante años ha sido objeto de gran controversia en torno a uno de los científicos más importantes de la historia de la biología: Francis Crick y su Dogma Central de la Biología Molecular.
Uno puede abrir incluso los más afamados libros de texto de Biología general y encontrar una severa crítica al Dogma Central y al mismo Crick por haberlo postulado, diciendo que es una sobre simplificación, dando a entender que lo que dice el Dogma es que la información genética SÓLO puede fluir del DNA al DNA (duplicación), del DNA al RNA (transcripción)y del RNA a las proteínas (traducción). Así es, este dogma central ha sido criticado una y otra vez, a tal grado que cualquiera podría decir “¿Pero qué le pasaba por la cabeza a Crick al aventurarse a hacer semejante afirmación? ¿Qué no se daba cuenta de su error? ¡Y encima llamarlo dogma!” Bueno, he de confesar que yo hasta hace poco pensaba lo mismo, pero hace un par de semanas, en una clase de Biología Molecular el Dr. Víctor Valdés, me di cuenta de mi error.
Este esquema representa lo que la mayoría de las personas cree que es el Dogma Central de la Biología Molecular. Uno puede buscar en internet y encontrar este esquema y otros parecidos.
Primero que nada, Crick literalmente metió la pata con el nombre de “dogma”, pero aparentemente él no conocía el significado de esta palabra, pues creía que era un postulado científico para cuya comprobación no se tienen suficientes pruebas. Sí, metió la pata, respecto a esto hay poco que decir. Ya que quedó zanjada esta brecha, podemos defender no al nombre, sino a lo que dice el Dogma Central.
Contrario a lo que muchos creen, el Dogma Central no es una sentencia que dictamina arbitrariamente que la información genética fluye únicamente de DNA a otro DNA, de DNA a RNA y de RNA a proteínas. Si tal fuera el caso, con los descubrimientos del Dr. Howard Temin de la transcripción inversa (es decir, flujo de información de RNA a DNA) habría quedado destruido, como es lo que la gente piensa.
No. Si uno se detiene a leer a Crick, puede ver que el Dogma lo que en realidad dice es que “una vez que la información ha pasado a una proteína no puede salir de ahí” Crick (1970). Es decir, el flujo de información en los seres vivos puede ser de ácido nucleíco a ácido nucléico o de ácido nucléico a proteína, pero nunca de proteína a ácido nucléico ni de proteína a proteína. Para hacer énfasis en este punto, Crick propone tres grupos para clasificar a las 9 posibilidades de transferencia de información:
1) Transferencias generales, que son las que se dan en todas las células:
DNA —> DNA
DNA —> RNA
RNA —> Proteína
2) Transferencias especiales, que no se dan en todas las células, sino sólo en casos especiales, como los virus de RNA o experimentos in vitro. A diferencia de lo que normalmente se cree, nunca fueron negadas estas posibilidades por el dogma central de Crick:
RNA —> RNA
RNA —> DNA
DNA —> Proteína
3) Y las transferencias desconocidas, que el dogma central postula que nunca ocurren y no se conocen casos ni en la naturaleza ni en experimentos en que sucedan:
Proteína —> DNA
Proteína —> RNA
Proteína —> Proteína
Posibles transferencias de información entre familias de biomoléculas propuestas por Francis Crick. El esquema A) muestra en líneas continuas todas las transferencias teóricamente posibles. El esquema B) resume el Dogma Central de la Biología Molecular; en líneas continuas muestra las transferencias generales, en líneas puntuadas las transferencias especiales, y no muestra las transferencias desconocidas en los seres vivos. Imagen: Crick (1970).
Para lograr una traducción inversa se requeriría de una maquinaria celular tan compleja como la utilizada para la transcripción, la transcripción inversa y la traducción, y sin embargo, no hay siquiera indicios de que tal maquinaria exista, ni razones para creer que sería necesaria (es decir, no hay casos misteriosos en que la existencia de la traducción inversa esclareciera las incógnitas). Por último, Crick claramente postula que el Dogma aplica sólo a organismos vivientes hoy en día, y que no hace referencia a sucesos en el pasado como el origen de la vida o del código genético.
Para concluir, junto con el Dogma, Crick propuso la Hipótesis de la Secuencia, la cual es frecuentemente confundida con el Dogma. Estos dos postulados son muy diferentes pues la Hipótesis de la Secuencia es una declaración positiva que afirma que el flujo de información DNA —> Proteína existe; mientras que el Dogma Central es una declaración negativa que afirma que el flujo Proteína —> Biomolécula NO existe.
Con todo esto podemos darnos cuenta de que el Dogma que todos creíamos destruido sigue vigente hoy en día, y que, en contra de lo que dice la frase al principio de esta entrada, no es realmente una sobre simplificación, sino que aparentemente el autor anónimo de esta frase crítica sobre simplificó el verdadero significado del Dogma Central. Además, esto nos deja la lección de que siempre tenemos que ser cautelosos con la información de los medios e investigar lo que realmente ocurre antes de dar algo por sentado. Y para que no crean que les estoy cuenteando todo, aquí les dejo el link en el que pueden encontrar un artículo de la revista Nature en el cual el mismísimo Crick defiende el Dogma. Es una lectura muy rápida, amena y comprensible, sin necesidad de ser muy letrado en el tema.
http://www.nature.com/nature/focus/crick/pdf/crick227.pdf
El club de la corbata de RNA era un club de miembros científicos selectos que compartían sus ideas sobre cómo leer el mensaje del DNA y entender cómo se relaciona con las proteínas; además de usar una corbata muy fea, pero exageradamente genial. Adelante (izquierda a derecha) Alexander Rich y James Watson. Atrás (izquierda a derecha) Francis Crick y Leslie Orgel. Cabe decir que muero por tener una corbata como estas.
Para leer sobre las aventuras del Club de la Corbata del RNA les dejo la siguiente liga:
http://www.ambion.com/main/tieclub/flash/print_form/story_2.html