De vuelta a la vida (y no son zombies): los tardígrados.

Están casi en todos lados. No los puedes ver, pero ten por seguro que están ahí, en tu jardín, en los ríos, en los musgos… Y no, no estoy hablando de nuestras viejas amigas las bacterias ni de los misteriosos virus, sino de unos animales diminutos y muy, muy extraordinarios: los tardígrados.

Un ejemplar de tardígrado u «osito de agua».

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