Ophrys: Las cosas no siempre son lo que parecen

Las orquídeas son de las plantas que han desarrollado los más extravagantes métodos de polinización, la gran belleza de sus flores y la dificultad que tiene su cultivo les ha valido ser consideradas de las plantas más costosas. Sin embargo no todas ellas son bellas y adorables, algunas pueden usar sus encantos para engañar a los insectos.

Ophrys es un género de orquídeas con alrededor de treinta especies, las cuales son especialmente abundantes al final de la primavera en países del Mediterráneo; ahí la ‘Orquídea mosca’ (Ophrys insectífera) es la más común, se distribuye en Noruega alrededor del círculo polar ártico y florece a finales de marzo. Los nombres específicos de  las orquídeas de este género están basados en la similitud visual de sus polinizadores.

La característica morfológica más prominente de las flores de Ophrys es el labelo, el cual se asemeja al abdomen de un insecto y está especializado para la pseudocopulación; esta estructura es uno de los tres pétalos de la orquídea, el cual es grueso, mecánicamente estable, provee una superficie convexa para los insectos y una forma alargada con textura aterciopelada que tienen un fuerte efecto de parecido a una avispa hembra. El labelo es regularmente oscuro con diseños en colores más claros que han demostrado ser más eficientes en la atracción de insectos.

Fig. 1. Flor de Ophrys speculum, nótese la forma del labelo.

Las flores poseen aromas penetrantes, este olor proviene de unas glándulas ubicadas en la parte desnuda del labelo, los insectos son atraídos por el olor, éstos en la búsqueda de una hembra dispuesta para aparearse, aterrizan sobre la flor de la orquídea, con la cabeza hacia arriba y permanecen ahí, a veces por varios minutos, aleteando repetidamente; el insecto frota su abdomen contra el labelo con los órganos copulatorios haciendo movimientos muy similares a los de la copulación; este comportamiento es disparado por un estímulo táctil en la superficie de las flores. Una vez que el insecto descubre el engaño, se lame y se va volando, mientras tanto el polen se ha quedado adherido a su cabeza, aún no existe evidencia de la expulsión de esperma por parte de la avispa. El deseo sexual, no se extingue con esta actividad y la decepción se repite con la próxima flor, al mismo tiempo, el polen es transportado de una flor a otra.

Fig. 2. Pseudocopulación. El la imagen se puede pbservar la posición de la avispa cuando trata de copular con la flor, debe resaltarse la posición de la cabeza con respecto a las anteras.

Aunque los machos visitan indiscriminadamente las flores de Ophrys, cada especie de la planta se especializa en atraer ciertas especies de insectos de la clase Hymenoptera, por ejemplo: O. speculum es visitada regularmente por la avispa Campsoscolia ciliata mientras que O. bombyliflora atrae especies de abejas del género Eucera.

Fig. 3. Gorytes sp. Este tipo de avispas es el polinizador principal de las flores de Ophrys.

Sólo las avispas macho sienten interés por esta flor, aunque las hembras al igual que los machos visitan otras flores para obtener néctar. Las familias de insectos más atraídas por estas flores son Scoliidae, Sphecidae (como Gorytes mystaceus y Gorytes campestris) y especialmente las abejas solitarias del género Andrena y Eucera (Apidae).

Es muy importante mencionar que el conjunto de adaptaciones de esta orquídea no funciona sin el factor de olfativo del insecto, el aroma de la flor es determinante para su éxito, y aunque se pudiera pensar lo contrario, la forma del labelo es menos importante, es sólo un plus para mejorar el engaño. En Ophrys existen 6 compuestos químicos que son específicos para una especie del orden Hymenoptera; la acción de estas sustancias se lleva a cabo en los pelos receptores de las antenas de los insectos y ésta puede ser medida como señales eléctricas. En el caso de la acción sobre las especies del género Eucera, el compuesto químico es el γ-cadieno (BARTH et al., 1991), otras sustancias son menos efectivas y por lo que se conoce, este compuesto es muy parecido el componente esencial de las feromonas en los insectos.

Aquí no hay una cuestión de mutualismo, la orquídea es un parásito en los patrones de comportamiento del polinizador.

Debido a la cercana relación del la planta y el insecto, la distribución geográfica de ambas partes de la relación está bien delimitada, con excepción de Ophrys apifera, la cual se distribuye en el Mediterráneo y Europa Central, esta planta no depende de la polinización por insectos, sino que puede autofecundadase. La dependencia entre las orquídeas y los insectos, conlleva una enorme presión de selección, puesto que si el polinizador desaparece, la planta lo hará también, pero la autopolinización ofrece una gran ventaja. Las características morfológicas de la flor son muy importantes para asegurar la supervivencia de la especie, si los pétalos son demasiado pequeños o muy grandes el insecto no puede recibir los estímulos táctiles y simplemente se va, también es posible que se lleve a cabo la pseudocopulación pero que el polen no quede adherido a la cabeza del insecto, por consiguiente no habría polinización.

Para saber más sobre las relaciones entre plantas e insectos:

Barth, Friederich G. 1991. Insects and Flowers. The Biology of a Partnership. Princeton University Press. New Jersey.