Cactáceas: unas suculentas muy mexicanas

Debido a lo accidentado de su espacio geográfico, la flora de México es considerada una de las más ricas y variadas del mundo; las grandes cadenas montañosas, su posición geográfica entre el norte y el sur del continente donde pasan el trópico de Cáncer y el trópico de Capricornio y la conjunción de las zonas Neártica y Neotropical  provoca un elevado índice de endemismo, pues numerosas entidades taxonómicas son autóctonas.

La familia Cactaceae es una de las familias botánicas más diversas del reino Plantae, comprende aproximadamente 100 géneros y 1500 especies,  es endémica de América y se distribuye a lo largo del continente, desde Canadá a 59° de latitud Norte hasta la Patagonia en Argentina a 52° de latitud Sur; y desde el nivel del mar, en las dunas costeras, hasta los 5100 m de altitud en Perú. (BRAVO-HOLLIS, Helia; et al.1999).

Fig. 1. Distribución continental de la familia Cactaceae

Las regiones del continente en donde ha habido mayor proliferación de especies corresponden a las zonas áridas, semiáridas o con clima altamente estacional. El norte de México junto con el sur de Estados Unidos, el este de Brasil y partes de Bolivia, Perú, Chile y Argentina son las áreas en donde se asientan los más importantes centros de diversidad de cactáceas.

La más alta diversidad de especies de cactáceas se concentra en México, en donde se distribuyen 50 géneros y aproximadamente 550 especies. Un indicador de la representatividad de las cactáceas en este país es que aproximadamente 73% de los géneros y 78% de las especies son endémicos. (GARCÍA MENDOZA, Abisaí J.; et al. 2004). Esto representa la mayor variedad de especies para los países americanos.

La ecorregión mexicana con la mayor diversidad de especies es el Desierto Chihuahuense, el cual abarca el sur de Nuevo México y el suroeste de Texas en Estados Unidos, así como Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, parte de Tamaulipas, Durango, Zacatecas y San Luis Potosí en México, por lo que en nuestro país se encuentra el 80% del área ocupada. Éste a diferencia del Desierto Sonorense, no tiene influencia marina directa, es más fresco y menos árido aunque las heladas son frecuentes; aquí se encuentra el  mayor número de especies de cactáceas para los desiertos de Norteamérica reportándose 324 especies, distribuidas en 39 géneros, la gran parte de ellas endémicas. (GARCÍA MENDOZA, Abisaí J.; et al. 2004)

Fig. 2. Desierto Chihuahuense. El área sombreada representa los estados de la República Mexicana con mayor diversidad de cactáceas (Tomado de GARCÍA MENDOZA, Abisaí J.; et al. 2004)

Al sur de este extenso territorio, hay dos áreas más pequeñas pero igualmente significativas por el número de cactáceas, una de ellas comprende Hidalgo y Querétaro y la segunda comprende Puebla y Oaxaca, los cuales representan conjuntamente el extremo sur de los desiertos de América del Norte.

Así, las cactáceas se encuentran entre los elementos más característicos de la flora mexicana distribuyéndose primordialmente en matorrales xerófilos de las principales zonas áridas del país y, en menor medida, en los bosques tropicales caducifolios y espinosos, entre los que destacan la Cuenca del Balsas y el Istmo de Tehuantepec. En regiones cálido-húmedas son relativamente comunes algunas especies de cactáceas epífitas.

Para los antiguos pueblos indígenas altamente civilizados de nuestro país, muy adelantados en las ciencias naturales y especialmente en la botánica (se les considera así por sus hábitos de observar la naturaleza y alimentarse y curarse con vegetales), no pasaron inadvertidas las cactáceas puesto que fueron utilizadas ampliamente en su vida cotidiana ya fuera para alimentación, medicina, economía doméstica, y prácticas religiosas y políticas. Ese legado permanece hasta nuestros días, puesto que las cactáceas siguen estando presentes en nuestra vida cotidiana; el interés por estas plantas ha dado como resultado el aprovechamiento de sus frutos (tunas, xoconostles, garambullos, pitahayas, pitayas, entre otros), los cuales son utilizados para elaborar bebidas, jugos concentrados, postres, jarabes, mermeladas y deshidratados; el valor alimenticio de estos frutos se debe a su alto contenido de agua y azúcares, además se ha comprobado que varios de esos frutos contienen proteínas, grasas, vitaminas y están libres de agentes toxicológicos.

Fig. 3. Tunas. Frutos de diferentes especies del género Opuntia, entre los que se encuentra O. ficus-indica (centro) y O. joconostle (superior derecho).

Recientemente se ha propuesto utilizar sus colorantes como alternativas para sustituir el color rojo artificial en alimentos y fármacos también puede obtenerse pectina –extraída del pericarpio- para la formulación de productos que lo requieran.

El tallo además de ser utilizado en algunos casos como alimento, también es utilizado como vigas para la construcción (cactáceas columnares) en zonas rurales, como forraje y como cercas vivas; de igual manera las flores son utilizadas como alimento en muchas regiones del país.

Sin duda el mayor uso que se le da a las cactáceas es el ornamental, su popularidad se basa en la rareza de las plantas, caracterizadas por flores de gran belleza y brillante colorido que contrastan con las extraordinarias y diversas formas de sus tallos y espinas. La extracción de grandes volúmenes de plantas y semillas para satisfacer la creciente demanda de coleccionistas, aficionados y horticultores, es un factor que se ha traducido en intensas presiones para las poblaciones silvestres, colocando en riesgo de extinción a numerosas especies, al afectar el proceso de regeneración natural; de igual manera la acelerada destrucción de las regiones naturales ya sea para cultivo, para la ganadería, para la creación de nuevos sistemas de riego, construcción de presas (como la de Zimapán en Hidalgo que causó la pérdida de un gran número de ejemplares de Echinocactus grusonii), industrias y carreteras para el desarrollo urbano, ponen en riesgo la flora del país, este hecho no sólo desertifica el suelo y altera las comunidades vivientes, sino que se impide también el desarrollo de bosques, pastizales, selvas o matorrales xerófilos. Esta destrucción también es grave para la comunidad científica, pues muchas de estas plantas (y animales también) son especies aún no descritas, o endémicas de áreas muy restringidas y se pierden para siempre al destruir su hábitat natural.

Fig. 4. Echinocactus grusonii. Especie endémica de México, actualmente se encuentra en peligro de extinción debido a su explotación desmedida y la destrucción de su hábitat. Ejemplar del Jardín Botánico del Instituto de Biología de la UNAM.

Debido a la gran perturbación del ambiente por actividades humanas y la sobreexplotación de las cactáceas silvestres en México, se debe impulsar la conservación, propagación y cultivo de cactáceas con lo cual podría disminuir la presión de colecta sobre estas plantas y garantizar su supervivencia.

Referencias

  • GARCÍA MENDOZA, Abisaí; ORDOÑEZ, María de Jesús; BRIONES SALAS, Jesús; Biodiversidad de Oaxaca; Instituto de Biología, UNAM; México, 2004. 605 p.
  • BRAVO-HOLLIS, Helia; SCHEINVAR, Léia; El interesante mundo de las cactáceas; Segunda edición; Fondo de Cultura Económica; México, 1999. 233 p.
  • BRAVO-HOLLIS, Helia; Las cactáceas de México; Segunda edición; Dirección General de Publicaciones, UNAM, México, 1978. 743 p.

6 comentarios el “Cactáceas: unas suculentas muy mexicanas

    • AH!
      esa es la diferencia 😉 … no es cierto
      «la pitaya (Stenocereus proinosu) contiene propiedades que pueden ser benéficas para personas con diabetes.» (http://www.informador.com.mx/tecnologia/2012/353968/6/la-pitaya-obstaculiza-el-paso-de-la-glucosa-a-la-sangre.htm)

      «la pitaya es un fruto delicioso q se da en los cactus tambien llamados organos existe gente q confunde las pitayas con las pitahayas tambien llamada fruta del dragon» (http://www.taringa.net/posts/imagenes/5663451/las-pitayas-en-mexico-editado.html)

      Al parecer los frutos de las pitayas son espinosos, y los de las pitahayas son escamosas.
      Las pitayas son columnares (los famosos cactus u órganos)
      Las pitahayas son epífitas («es una planta perenne cactácea que crece sobre árboles, troncos secos y a veces piedras y muros») <- http://w4.siap.gob.mx/AppEstado/Monografias/Frutales/Pitahaya.html

      • No sé por qué dices que la información que proporcioné acerca de la diferencia entre ‘pitaya’ y ‘pitahaya’ es errónea, pero bueno, estoy de acuerdo en que la respuesta fue un poco vaga. Respecto a tu comentario, me parece incorrecto que menciones sólo a S. pruinosus como la especie cuyo fruto se denomina ‘pitaya’ cuando son al menos 2 especies del género Stenocereus cuyos frutos reciben el mismo nombre común, es importante mencionar que Stenocereus queretaroensis es, por decirlo así, la pitaya verdadera.

        No entiendo qué tiene que ver en la respuesta cuando mencionas las propiedades medicinales del fruto, puesto que no es un caracter observable para diferenciar a las plantas en cuestión.

        Los llamados ‘órganos’ son las 19 especies del género Stenocereus mencionadas por Helia Bravo en 1978 (Las cactáceas de México). ¡Ojo con los nombres comunes!

        Efectivamente, las flores de Stenocereus poseen pericarpelos espinosos a diferencia de las de Hylocereus que poseen escamas. Stenocereus es una cactácea columnar e Hylocereus es epífita.

        Como lo mencioné arriba, el problema con los nombres comunes es que muchos organismos reciben la misma denominación, un claro ejemplo es que a toda cactácea globosa se le llama ‘biznaga’ o a toda cactácea columnar con ramificaciones es un ‘órgano’; por algo existen los nombres científicos y hay que aprender a utilizarlos.

        Te recomendaría mejorar tu ortografía y no creerte toda la información que encuentres en internet, puesto que es demasiada la información errónea. Lo mejor es siempre tomarte la molestia de leer un libro para refutar la información no correr a leer la primera página que te encuentras en el buscador, tómalo en cuenta 😉

        Por cierto gracias por tus sugerencias, ¡Saludos!

  1. La diferencia es que provienen de plantas diferentes, las ‘pitahayas’ son los frutos de Hylocereus undatus, por otra parte las ‘pitayas’ provienen de una especie de Stenocereus.

  2. vivo en queretaro, cuando compre un lote en el terreno existian dos pequeñas, cactáceas, las deje donde estaban y el espacio donde estaban se dejo para el jardín la parte donde quedaron deje el tepetate natural que estaba y alrededor puse tierra de milpa, eso fue en el año de 1999 ahora en mayo de 2012 después que sacaron las mas hermosas flores pude comer los frutos que producen y fue lo mas delicioso que he probado una miel agridulce y el exterior de color amarillo similar a piel de pollo en los mas tiernos y los mas maduros de color cafe casi traslucidos con pequeñas semillas de color rosa, espero que estos hermosos cactus vivan por mucho tiempo por que cuando era pequeño vendian muchas pitayas en el mercado hoy fui y no vi ninguno, desgraciadamente se ha arrasado con ellas,

  3. Por cierto, esta entrada parece más artículo de revista especializada que entrada de blog con fines de divulgación: muchos datos, gráficas y referencias
    Pa mi gusto, convendría bajarle dos rayitas a la seriedad y al formalismo en pro de la fácil y agradable lectura
    Saludos

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